El blanqueamiento dental es uno de los temas más discutidos y, sin duda, uno de los más polémicos dentro de la odontología moderna. Existen relatos de más de 130 años sobre el primer intento de aclarar los dientes humanos. Durante todo este tiempo hasta los días de hoy muchas cosas evolucionaron para alcanzar el grado de seguridad y deficiencia actuales.
El blanqueamiento dental es la alternativa más conservadora entre los tratamientos estéticos actuales, pues se realiza con un agente químico que por medio de una reacción de oxido-reducción, modifica el esmalte dental cambiando sus características ópticas, siendo un procedimiento simple y económico cuando se compara con los demás.
La estética por definición, es la ciencia de la belleza, siendo un detalle particular de un objeto animado o inanimado que lo hace atractivo a la vista. Aunque las características de la piel y el cuerpo son el marco primario de casi todas las alteraciones físicas, los dientes y su color juegan un papel importante y marcado en la modificación de la expresión facial.
En Asia antigua, se consideraba como signo de nobleza, pigmentar los dientes intencionalmente de color negro o café oscuro (ohauro). Los mayas utilizaban la coloración de incrustaciones en piedras preciosas o jade. En la actualidad los dientes pigmentados de rojo, naranja o negro, son considerados decorativos entre algunas tribus primitivas de África.
Sin embargo, en el mundo moderno actual y especialmente en nuestra cultura occidental, los dientes blancos, bien contorneados y debidamente alineados, fijan el estándar de belleza.
Tales conceptos no solo se juzgan atractivo, sino que también señalan salud, autoestima, estatus, orgullo y personalidad.
Los dientes y su color juegan un papel muy importante y marcado en la modificación de la expresión facial.
En nuestra cultura occidental los dientes blancos, con formas bien contorneadas y alineados fijan el estándar de belleza.
Pigmentaciones Dentales
Extrínsecas: Son aquellas que se acumulan sobre la superficie dental y son fácilmente eliminadas, se forman por la acumulación de placa bacteriana y cálculo dental, tabaco, bebidas oscuras (té, café, vino, etc.), caries dental, enjuagues bucales (clorhexidina).
Intrínsecas: Son las pigmentaciones más difíciles de eliminar y tratar. Localizadas dentro de la estructura dental; existen dos clases:
- Las pre-eruptivas: Generadas dentro del primer año de vida (amelogénesis imperfecta), eritroblastosis fetal (dentinogénesis imperfecta) y/o fluorosis dental (por uso de tetraciclinas).
- Las post-eruptivas: Causas por traumatismo (hemorragia pulpar, necrosis pulpar y/o reabsorción radicular), uso de antibióticos (tetraciclinas), tratamiento endocrinólogo incorrecto, envejecimiento fisiológico y caries.
Iatrogénicas: Causadas por el uso de materiales de obturación metálicas como la amalgama.
Agentes aclarantes u oxidantes:
- Diferentes oxidantes químicos a través del tiempo han sido sugeridos: Peróxido de hidrogeno, perborato de sodio, peróxido de carbamida y peróxido de urea. Todos estos en diferentes concentraciones.
- Mecanismo de acción: Básicamente la sustancia aclarante al estar en contacto con la superficie dental penetra a través de los prismas del esmalte permeable, liberando oxigeno produciendo así una oxidación en la superficie pigmentada.
- Método: Es fundamental antes de practicar un blanqueamiento dental realizar una profilaxis y posteriormente un examen dental observando que no haya presencia de caries, pigmentaciones y color dental, así como ausencia de fracturas del esmalte (cuellos expuestos).
Alternativas:
Según el diagnóstico y el tipo de pigmentaciones dentales su odontólogo recomendara qué agente, concentración y método seguir.
- Blanqueamiento en el consultorio: Básicamente consiste en aplicar el agente aclarante en este caso el más utilizado el peróxido de hidrogeno directamente sobre la superficie vestibular del diente durante 20 minutos, las sesiones que sea necesarias, hasta lograr el resultado deseado.
- Blanqueamiento casero (con placas): La sustancia más usada en este caso es el peróxido de carbamida. Se toman unas impresiones sobre la dentadura del paciente, se confeccionan unas placas en acetato y junto con la sustancia aclarante (jeringas en gel), se entregan a el paciente para que este lo apique en su casa, si es nocturno: 6 – 8 horas, o diurno de 2 – 4 horas; durante 2 o 4 semanas aproximadamente.
En la gran mayoría de los casos durante el tratamiento de blanqueamiento, el profesional puede asociar o combinar los dos métodos con el fin de obtener resultados mejores y homogéneos.
Durabilidad: Los resultados esperados en el tratamiento de blanqueamiento son siempre impredecibles, pero más del 90% de los pacientes sometidos al tratamiento refiere satisfacción completa.
Se recomienda que después de finalizado el blanqueamiento el paciente use durante determinado tiempo cremas y enjuagues dentales especiales para el adecuado mantenimiento de la tonalidad dental, así como estar en contacto y controles con su odontólogo, pues los dientes tienden a regresar a su tonalidad o color inicial necesitando entonces un retoque según criterio profesional.